Para la primavera verano 2009, Versace presentó una colección muy estructurada, de bonita arquitectura. Vestidos muy cortos fueron esculpidos para formar una pequeña cintura, y faldas plegadas que fueron dobladas para crear interés en la estructura.
En particular, los adornos de corazones que aparecieron en un número reducido de piezas, le dieron un aire romántico a la colección. La paleta de colores consistió en amarillos, azules luz, negro, blanco y bronce. Los tejidos metalizados también tuvieron gran presencia en la pista.
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